Vigas celulares: Innovadora
solución para naves de acero y pisos de edificios
Varios años de estudio y trabajo fueron
necesarios para que el sistema Coprocell® de Copromet,
apoyado en el desarrollo técnico por la empresa BMing
Ingeniería Estructural, de los ingenieros Carlos Bascuñán y
Alberto Maccioni, se introdujera con éxito en Chile. El sistema
Coprocell corresponde a vigas laminadas de acero que son
optimizadas, y que presentan claras ventajas en cuanto a costos,
estética y eficiencia en las obras.
Esta innovadora solución, permite generar una
serie prácticamente infinita de perfiles a partir de un stock
relativamente pequeño de secciones doble te laminadas. El concepto
es realizar un corte longitudinal por el alma de estas vigas y
sobreponer ambos trozos con un desplazamiento que permite dar del
orden de un 50% más de altura a la sección, lo que significa un
importante aumento del momento de inercia (del orden de un 300%), y
módulo resistente (del orden de un 75%) en el eje fuerte, aumentando
en esa proporción su rigidez y resistencia, sin aumentar el peso de
la viga. “Estamos muy entusiasmados con este sistema, porque es un
aporte innovador que beneficiará a gran parte del sector de la
industria de la construcción, entendiéndose a Maestranzas,
Constructoras, Ingenieros Estructurales, Arquitectos e
Inmobiliarias, y es un aporte netamente nuestro en conjunto con
Copromet”, explica Alberto Maccioni, socio fundador de BMing.
La historia de las vigas de acero celulares
expandidas nace con la idea del ingeniero inglés de la British Steel
Company, Geoffrey Murray Boyd, que las utilizó por primera vez
mediante corte trapezoidal con pasadas hexagonales. Lo interesante
de este evento, es que en la obra que realizaba Boyd, no se disponía
de una viga que pudiera dar la capacidad que necesitaba, y obligado
a utilizar lo que tenía a su alcance, las expande. Esta es la misma
situación de Chile, en que existe una serie finita y acotada de
elementos laminados en stock que puede ser expandida de acuerdo a
las necesidades.
Con posterioridad a Boyd, se comenzaron a
utilizar mucho de estos elementos en Europa y Estados Unidos por
razones económicas, materializándose con corte semicircular, dejando
pasadas circulares. En nuestro país, no habían sido utilizadas por
no existir vigas laminadas en stock, y la necesidad de adaptar
adecuadamente el sistema a las condiciones locales, que requería de
un empuje importante de una empresa de ingeniería, lo que asumió
BMing. Con la existencia, hoy en día, de un importante
stock de vigas de acero laminadas traídas por Copromet, y el trabajo
de BMing en el aspecto técnico, se ha logrado tener a
disposición en nuestro país estos elementos, eficientes y a bajo
precio.
Así se creó la viga celular Coprocell®,
que hoy ya ha logrado tener una importante penetración en el mercado
nacional. “Fueron cuatro años de investigación, estudiando normas,
calibrando series de perfiles, probando los cortes que deben
realizarse para generar estas vigas de forma eficiente, y generando
los documentos técnicos necesarios para que puedan ser especificadas
por el resto de nuestra comunidad de ingenieros estructurales”,
señaló Maccioni.
Obras innovadoras
Uno de los proyectos más interesantes de los
que se encuentran en desarrollo con el sistema Coprocell®
es el Centro de Bodegaje Lo Boza de Cimenta. La construcción
corresponde a tres naves de estructura de acero con el
sistema Coprocell®,
en que se ha utilizado una de las grandes ventajas de estos
elementos, como lo es materializar vigas curvas de cubierta,
característica única. Los marcos resistentes se modularon cada 20
metros, dando una absoluta planta libre a las bodegas de arriendo,
que pasan a ser las únicas naves en Chile con tales características.
Las naves suman una superficie de 32.000 m2. Al
minimizarse la cantidad de marcos, el proceso total de fabricación y
montaje de estructuras de acero fue de tan solo 4 meses.
Adicionalmente, el peso de los marcos resistentes, sólo corresponde
a 6,5 kilos por metro cuadrado, reduciéndose en forma importante los
10 kilos por metro cuadrado tradicionales.
“Las vigas y pilares Coprocell® son de
menor peso que cualquier otro tipo de viga metálica, sobretodo en
apoyos muy distantes, lo que permite además una gran disminución de
volumen de fundaciones, y por lo tanto, un considerable ahorro de
hormigón, excavaciones y rellenos”, cuenta Luis Alberto Sepúlveda,
Arquitecto de Cimenta que construye el Proyecto Lo Boza.
Para el arquitecto, las ventajas de utilizar vigas celulares en la
estructura, corresponden principalmente al menor costo de hormigón y
estructura de acero, al mayor distanciamiento entre los pilares, y
el menor plazo constructivo que redunda en una disminución
importante de los gastos generales.
Otro proyecto importante, corresponde al conjunto de dos edificios
que se construyen en Avenida Kennedy para un hotel de 5 estrellas y
otro de oficinas. “La utilización de vigas Coprocell®
significó poder dar una solución adecuada al Centro de
Convenciones, y a la planta libre del edificio de oficinas,
disponiendo las instalaciones de servicio por las pasadas de las
vigas, con la consiguiente ganancia de altura libre. El paquete
completo de piso (losa, ductos y cielo falso incluido), en este caso
es de sólo 54 centímetros para los 13 metros de luz requeridos. Otra
ventaja significativa, es la flexibilidad de la planta ya que al no
tener elementos estructurales en el interior, permite total libertad
en la disposición de los recintos, esto se logra con las vigas
Coprocell®”, explica el Arquitecto Pablo Bravo
Schieber de la Oficina de Arquitectura “B&B Asociados Arquitectos”,
encargados del proyecto.
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