La
Capacitación en el Modelo Exportador:
LOS
DESAFIOS DEL ACUERDO CON LA UNIÓN EUROPEA
Con el histórico
acuerdo firmado en mayo, la industria chilena
tendrá una gran oportunidad para conquistar a los
consumidores europeos, pero además se enfrentará
a un nuevo desafio: saber competir de igual a
igual, lo que implica revisar aspectos claves del
recurso humano en nuestro país.
El acuerdo de Libre Comercio en
esencia es un comercio sin barrera, lo más
expedito posible. Según la Cámara Nacional de
Comercio existirá un incremento del 25% del
comercio bilateral, lo que se traduciría en un
crecimiento de US$ 1.500 millones.
Este futuro escenario
permitirá que a Chile ingresen productos
extranjeros de gran calidad y salgan productos
nacionales de una calidad mejorada. Lo anterior,
exige a nuestro mercado una mayor competitividad.
Según Ricardo Stuardo, Gerente
de Proyectos del Centro Nacional de la
Productividad y la Calidad, (CNPC) "con la
globalización y el mercado libre se generan
estándares de competitividad, se trata de ganarle
o llegar primero que el contrincante y ese es el
gran desafío, hay que ser competitivos para
luchar de igual a igual, en forma leal y de manera
estructurada".
Sin embargo, para lograr
estándares de calidad que le permitan a Chile
competir con mercados tan exigentes, es necesario
tener en cuenta una serie de factores, tales como
las estructuras organizacionales y las normas de
certificación de calidad para que Chile logre
posesionar con éxito su marca.
ORGANIZACION Y CONOCIMIENTO:
EL PRIMER ESLABON
Más allá del tamaño de una
empresa, ya sea pequeña, media o grande, existen
factores organizacionales que repercuten en la
apertura de estas industrias hacia el extranjero.
Si bien, a juicio de Stuardo las empresas deben
ser competitivas para mantenerse vigentes en el
mercado, plantea la necesidad de revisar las
estructuras de mando al interior de estas,
"las estructuras verticales tipo taylorianas
prácticamente no existen, pero en Chile aún
quedan de esas empresas", señala.
En este sentido, la apuesta de
una empresa debería ir hacia el capital del
conocimiento, en otras palabras, las personas, ya
que si se explotan sus capacidades pueden
trasformarse en un elemento fundamental para que
la empresa surja. En este aspecto radica, según
Stuardo, el desafío actual.
Advierte, que la relación
entre la capacitación y el Libre Comercio es el
aumento de la competitividad, pero para que la
empresa sea competitiva tiene que mortificarse
internamente "tiene que apoyarse de su
personal, sin personas que estén comprometidas,
es difícil que surja. Hay además un factor de
tiempo, de dinero y de calidad de equipo.
Cualquier alteración de las tres variables afecta
el producto final. Se puede lograr un muy buen
producto, pero muy caro o puedo tener un producto
a bajo precio, pero que sale tarde al
mercado" recalca.
Desde esta perspectiva, los
sistemas rígidos dejarían de ser viables. Por lo
tanto, los empresarios tendrían que entregar a
toda la organización el proceso de competitividad
para ser un todo "ya dejó de ser el jefe,
máquina y personas robóticas, la empresa que
tiene ese modelo no va hacer exitosa" agrega
Stuardo.
HACIA LA ISO 9000
En el desafío de ser
competitivos para ingresar de igual a igual al
mercado extranjero, la ISO 9000 se transformaría
en un factor determinante para facilitar el
intercambio comercial. Aunque el gerente de
proyectos de la CNPC, por un lado, confía en que
el recurso humano en Chile está habilitado para
enfrentar el competitivo mercado de la Comunidad
Europea, en otro aspecto señala que aún muchas
empresas no se han certificado por desconocimiento
o por costo "es más costoso no hacerlo que
hacerlo, a la larga el costo de no calidad será
mucho mayor que la aplicación del sistema ",
agrega.
En este sentido recalca que la
empresa chilena tiene que poner en marcha modelos
de calidad para demostrar en el exterior que es
posible entregar productos confiables. Sin
embargo, este proceso requiere de plazos de
maduración antes de ver el resultado final.
Según el ejecutivo "los
empresarios tienen que darle confianza a sus
trabajadores para que ellos puedan aportar, darle
las capacidades para que puedan tomar decisiones
dentro del proceso productivo. Tenemos un
potencial humano increíble, el que hay que
potenciar lentamente y así llegar muy
lejos".
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