ASIMET - Legal Laboral
Noticias:
Justicia laboral; El nuevo "karma" que agita a
empresarios y gobierno... ad portas de la presidencial
Gobierno, privados y parlamentarios trabajan
aceleradamente para consensuar una iniciativa sobre el llamado
nuevo procedimiento laboral, y evitar de esta forma la guerrilla
que desató la reforma laboral I, promovida en 1999 en las
postrimerías del gobierno de Eduardo Frei.
La historia parece repetirse. Nuevos cambios a
la legislación laboral están en curso y, quiérase o no,
coinciden con el ingreso a la recta final de la elección
presidencial de diciembre. Y, una vez más, los empresarios y su
ejército de asesores laborales y legales, miran atemorizados.
Pero esta vez con un elemento diferenciador...
Ambos, gobierno y privados, más los
parlamentarios involucrados en su tramitación, trabajan
aceleradamente para consensuar una iniciativa sobre el llamado
nuevo procedimiento laboral, y evitar de esta forma la guerrilla
que desató la reforma laboral I, promovida en 1999 en las
postrimerías del gobierno de Eduardo Frei.
Así ocurrió la semana pasada en Valparaíso,
con contactos entre el ministro del Trabajo, Yerko Ljubetic, y el
presidente de la comisión ad hoc, el UDI Carlos Bombal. Y
volvieron a repetirse, con mayor frecuencia e intensidad, esta
semana en Santiago, con reservadas reuniones en el Ministerio del
ramo con representantes de la comisión Laboral de la
Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).
De lado y lado saben que trabajan a
contrarreloj. La iniciativa, aprobada ya por la Cámara y en
general por el Senado, cumple su segundo trámite en la Comisión
del Trabajo de la Cámara Alta. Con alrededor de ¡250!
indicaciones ingresadas a trámite, su discusión se retomará el
próximo 4 de octubre.
El proyecto forma parte de un paquete mayor:
Reforma Procesal Laboral. De ella, a su vez, se desprendieron
otros 3 proyectos complementarios, de los cuales 2 ya son ley: Uno
establece normas para agilizar la cobranza previsional, y otro
aumenta el número de Juzgados del Trabajo y crea jueces
especiales para la cobranza laboral y previsional.
"Queda el tercer y último proyecto, que
estamos discutiendo ahora, de procedimiento laboral. Ese es el que
falta y el que ha generado más controversia", comentan en el
sector privado.
En el gobierno están conscientes de aquello y
de antemano rechazan cualquier intencionalidad política en la
actual tramitación de la iniciativa, ad portas de la presidencial
2005. "El proyecto ha tenido una larga tramitación en el
Parlamento, pero no por responsabilidad del Ejecutivo sino por la
actitud que en su minuto tuvo la oposición. Estamos haciendo
nuestros mayores esfuerzos para concluir cuanto antes su
trámite", señala el ministro Ljubetic.
Peros... y contra-peros
El proyecto busca, en lo esencial, sustituir el
actual procedimiento laboral, principalmente escrito, por uno de
carácter oral. Una de las disposiciones establece la obligación
de que la audiencia de contestación, conciliación, prueba y
fallo, deba desarrollarse en su totalidad ante el juez de la
causa, so pena de nulidad.
En el empresariado admiten que los juicios
laborales en Chile son excesivamente largos, pero de inmediato
disparan. Sostienen que sus efectos se neutralizan por la escasa
cantidad de jueces.
Una de las leyes —ya en vigencia— creó 9
jueces especiales de cobranza laboral y previsional, y duplicó el
número de jueces laborales de 20 a 40. El problema en este punto,
explican, es mayúsculo, porque la modificación intenta recoger
la experiencia española, donde existen 320 de estos tribunales
para 40 millones de españoles, "y en Chile sólo habrá 40
para 16 millones. Por lo menos debería ser el triple".
Otro dato decidor: La Reforma Procesal Laboral
representa sólo un 3,8% de todo lo que se gastó para implementar
la Reforma Procesal Penal.
Ljubetic replica que la extensión de la
cobertura no está dada sólo por duplicar el número de
tribunales especializados, sino que en virtud del resto de las
medidas de la Reforma Procesal Penal, de la nueva justicia
familiar y la desjudicialización de algunos trámites, como el de
posesión efectiva, otros juzgados de letras estarán en
condiciones de absorber una eventual mayor demanda de juicios
laborales.
Y no sólo eso, acota, ya que la distribución
de los nuevos tribunales fue "rigurosamente técnica",
considerando los promedios estadísticos de ingreso de causas.
Además, cada 3 años los ministerios del Trabajo y Justicia
evaluarán la situación de carga de los tribunales.
Adicionalmente, el proyecto contempla un nuevo
procedimiento especial de tutela de los derechos fundamentales del
trabajador, que puede concluir incluso con la obligación de
reintegrar al trabajador despedido. En obras palabras,
"caeríamos en la nulidad del despido", critican en el
sector privado.
Eduardo Riesco, fiscal de la Sociedad Nacional
de Agricultura (SNA), lo explica: "El derecho legal para
despedir a un trabajador por necesidades de la empresa queda en
entredicho o pasa a ser un acto inconstitucional y reclamable. El
trabajador queda así amparado por una virtual inamovilidad".
Para la autoridad este punto es intransable,
porque, en opinión de Ljubetic, la legislación tiene que hacerse
cargo de fenómenos emergentes. Cada vez, agrega, es más
frecuente que determinados derechos laborales no tienen formas
especiales de ser protegidos, como la violación del principio de
privacidad, intimidad, libertad de opinión o discriminación,
"que tienen que tener un modo adecuado y efectivo de
tratarse".
Otro pero empresarial: La iniciativa legal
reemplaza el recurso de apelación contra la sentencia definitiva
por uno de nulidad, que procede sólo en casos muy limitados.
"Resulta preocupante no contemplar la opción real de
recurrir a una instancia superior, como es tradicional en el
sistema judicial chileno", dijo el propio presidente de la
CPC, Hernán Somerville.
Aquí el titular del Trabajo es también
categórico. El problema que tenemos hoy, detalla, "es
extremadamente grave por la duración de los juicios en segunda
instancia, que es utilizada por muchos empleadores para dilatar
por otros 2 o 3 años estos juicios y provocar una presión sobre
el trabajador que lo impulse a retirar o transar su demanda".
"Lo que estamos proponiendo —explica
Ljubetic— no es eliminar la segunda instancia sino que sea a
través de recursos apropiados a través de un procedimiento oral.
Es decir, por discrepancias en cosas de derecho, jurídicas; no
fácticas. Por eso hemos planteado el recurso de nulidad".
¿En vías de acercamiento?
La pista, por lo visto, podría venir dura,
pero el pololeo parece ir bien encaminado, sensación que
respiraron ambas partes tras los flirteos de esta semana.
El propio ministro Ljubetic lo confirma:
"Hay buenas perspectivas de avance. Convinimos dedicar estas
2 semanas previas a que se retomen las sesiones a generar las
conversaciones político-técnicas que nos permitan despachar con
rapidez el proyecto".
Coinciden en el empresariado: "Hay algunas
que se están analizando discutiendo. Es perfectamente posible, en
el plazo que nos queda, encontrar una salida".
¿En qué concretamente? "Que en vez de
ser una audiencia única, exista una doble audiencia. El gobierno
presentó una indicación en ese sentido", explica un
dirigente empresarial, acotando que la audiencia única era
negativa porque limitaba significativamente el derecho al debido
proceso.
Para el empresariado también hubo avances en
la instauración de una audiencia previa, es decir, "antes de
esta única audiencia en que se iba a resolver este procedimiento,
se establece un trámite previo. Eso la indicación lo acoge, y lo
acoge bien", comenta la misma fuente.
Y donde al parecer deberán desplegar un
esfuerzo mayúsculo es en lo referido al punto de la tutela de los
derechos fundamentales del trabajador, ya que las conversaciones
podrían derivar en el establecimiento de una suerte de catálogo
de derechos constitucionales específicos de los trabajadores,
para evitar por ejemplo su despido por discriminación. "Es
uno de los temas a través de los cuales podríamos despejar estas
aprensiones", señala el titular del Trabajo.
Fuente: La Segunda
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